Fuente: Turismo de Aragón
Velilla de Ebro es
una localidad perteneciente a la provincia de Zaragoza, y a la comarca de la
Ribera Baja del Ebro. Situada a unos 50km de la capital de la provincia, en la
margen izquierda del Ebro, tiene origen íbero que comparte con su vecina Gelsa.
Aunque no se han encontrado los restos del Oppidum prerromano, se conoce el
nombre del mismo, Kelse. En el año 44 a.C., en ese mismo territorio, Lépido,
como cónsul romano de la Hispania Citerior, funda la colonia Victrix Iulia
Lépida Celsa, que será abandonada poco a poco frente al ascenso de su vecina
Caesaraugusta poco más de un siglo después, aunque también se habla que otra de
las razones del abandono de la colonia se debió a las conquistas bárbaras.
Aunque sí que los visigodos se asentaron en el Valle medio del Ebro a mediados
del siglo V, no hay constancia escrita de ocupación durante este período.
Si que se conservan
vestigios de ocupación musulmana, para comienzo del siglo VIII, los musulmanes
se asentaron en prácticamente todo el territorio aragonés, exceptuando el norte
del territorio. Al igual que la mayoría del territorio ocupado por los musulmanes,
Velilla estaba bajo las órdenes del Imperio islámico de Damasco, posteriormente
bajo el emirato de Córdoba y finalmente sometido al Reino Taifa de Zaragoza.
Hay historiadores que indican que el nombre de Velilla deriva de este período
de ocupación, teniendo una evolución desde Malilla, Billilla, Vililla, Belilla
y Velilla, hasta llegar al actual Velilla de Ebro desde el año 1680. A los
musulmanes debe también su casco urbano, y la construcción de dos norias de
gran tamaño que han llegado hasta la actualidad. El pueblo árabe fue
reconstruido utilizando los restos en ruinas tanto del castillo, como de la
propia colonia.
Se atribuye Velilla
de Ebro como una de las conquistas de Alfonso I El Batallador en su expansión
tras la conquista de Zaragoza (1118), de este modo volvió a ser cristiana. Tras
la muerte del monarca, sin descendencia, Velilla entra en un período de inestabilidad
política. Queda legada en el testamento a la Órdenes militares del Temple, el
Hospital y el Santo Sepulcro, situación que los nobles aragoneses no aceptaron,
ya que la legislación de la época dictaba que estos territorios debían
pertenecer a la familia del testamentario. En este aspecto, este pueblo sigue
una historia paralela a muchas de las conquistas del Batallador. Esta situación
se solventó con el matrimonio de Ramiro II, el Monje, con Inés de Poitiers, y
el matrimonio de la hija de ambos, Petronila, con Ramón Berenguer, quien
continuó con las campañas militares que consolidaron la permanencia del
cristianismo en el Valle del Ebro. Vestigios de la presencia de las órdenes del
Temple y el Hospital están siendo estudiados a través de la simbología en las
decoraciones de la Iglesia de la Asunción.
Desde este momento la
historia de la localidad discurre paralela a Zaragoza. Pertenecerá a la Baronía
de Quinto, en 1834 se crea el ayuntamiento, y el 1965 pasa a formar parte del
partido judicial de Zaragoza.
Así pues, la presencia de esta población en la historia no ha desaparecido, quedando vestigios de sus diferentes etapas. Un patrimonio, a través del cual, podemos conocer todas ellas, y que aporta una gran información de la cultura de la zona.
REFERENCIAS
Nicolás, Andrés. Historia de la villa de Velilla de Ebro. Zaragoza: Diputación de Zaragoza, 2008 Pp 28-30
Nicolás, Andrés. Historia de la villa de Velilla de Ebro. Zaragoza: Diputación de Zaragoza, 2008. Pp 30-32
Nicolás, Andrés. Historia de la villa de Velilla de Ebro. Zaragoza: Diputación de Zaragoza, 2008. Pp 31
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