Alrededor de 50 km es la
distancia que separa Zaragoza de Velilla de Ebro, donde podemos visitar los
restos de la colonia romana Victrix Iulia Lepida Celsa. Fundada en el
año 44 a.C. por Marco Emilio Lépido en el trascurso de su segundo proconsulado.
No es mucha la documentación que
ha llegado hasta la actualidad sobre esta colonia, si bien aparece mencionada
por Ptolomeo, que la localiza en territorio Ilergete. Plinio nos muestra su
condición jurídica de colonia, y Estrabón hace referencia a un puente de piedra
que cruza el Ebro, situado muy cerca de la colonia y mostrando su emplazamiento
estratégico.
La localización de Victrix Iulia Lepida Celsa nos muestra la importancia que llegó a alcanzar. Localizada en la Vía Augusta, camino a Ilerda, y muy cercana al río, estableciéndose como punto de control de rutas terrestres y fluviales del Valle del Ebro.
En el primer post ya os hablé de los orígenes romanos de esta localidad, por lo que en esta publicación quiero mostraros su fundación.
La Colonia Iulia Victrix
Lepida Celsa se funda en el año 44 a.C. en la zona de “Las eras de
Velilla”, se conoce, a través de la numismática, que tiene una antecesora
íbera, Kelse, de la que no se ha podido encontrar su ubicación exacta.
La fundación tiene lugar tras la
pacificación del territorio al finalizar la II guerra civil romana entre Julio
César y Pompeyo. Su fundador, Marco Emilio Lépido, nacido en el seno de una
familia patricia fue nombrado procónsul de la Hispania Citerior en el año 48
a.C. dada su cercanía con César. Hasta este momento los habitantes de las
colonias habían sido tratados como súbditos de Roma, no como sus ciudadanos.
César tras la derrota a las tropas pompeyanas en Ilerda, al propio Pompeyo en
Farsalia y sus descendientes y partidarios en Munda, ya con el control de toda
Roma, puso en práctica una política de romanización a través de la concesión de
la ciudadanía romana, y de integración de las provincias. Por otro lado, para
entonces, el ejército romano ya era un ejército profesional, sus miembros
esperaban licenciarse y recibir un terreno para vivir y cultivar. César no solo
contaba con licenciar a su propio ejército, sino también al de Pompeyo, estaba
llevando a cabo una política de clemencia.
Junto a la problemática del
ejército, se une el problema de la pobreza en Roma, a través de Suetonio
conocemos que una gran parte de la población romana vivía de lo que la
república le daba para comer.
Hispania era una provincia rica
en tierras fértiles para el cultivo, donde todavía quedaban muchos partidarios
de Pompeyo, lo que la hacía perfecta, podía dar tierras a ciudadanos de Roma, y
a sus ex soldados, de manera que estos quedaban localizados de forma
estratégica en caso de rebelión.
César no gobernó por mucho
tiempo, la II Guerra Civil finalizó en el año 45 a.C. y el dictador fue
asesinado en los idus de marzo del año 44 a.C., aunque su labor colonial
continuó con el segundo triunvirato, compuesto por Augusto, Marco Antonio y
Lépido, y posteriormente con Augusto, ya como primer emperador romano.
La arqueología no nos ha dado
muchas pistas sobre la fundación de Victrix Iulia Lepida Celsa, pero,
como nos muestra José Ortiz Córdoba en su tesis, tanto las acuñaciones de
monedas, como su propio nombre pueden aproximarnos a ese momento. Lo más
probable es que se tratara de una fundación de carácter político con intención
de aplacar la influencia Pompeyana del territorio. Su nombre hace referencia a
César a través de las palabras Victrix y Iulia, la primera podría
referirse a las victorias del general, la palabra Iulia hace referencia a su
gens. Normalmente las fundaciones de carácter cesariano contienen esta
referencia a su gens, pero en ocasiones puede llevar a error con las
fundaciones de Augusto, ya que su nombre hasta el año 27 es Cayo Julio César. Por
lo que la palabra Lepida sería la que nos daría la clave, haciendo referencia
al procónsul que llevaría a cabo la fundación, situándola de esta manera como
fundación cesariana en época triunviral.
Por otra parte, las monedas que
se han encontrado, nos ofrecen más material, como el poder conocer el nombre de
diferentes magistrados, o incluso el cambio de nombre que sufrió. Las monedas más
próximas a la fundación contienen la acuñación de Victrix Iulia Lepida,
mientras que aquellas posteriores al año 36 a.C., y coincidiendo con la caída
en desgracia de Lépido tras su enfrentamiento con Augusto, acuñan el nombre de Victrix
Iulia Celsa, aludiendo así a su antecesor prerromano el Oppidum Kelse.
Así podemos enmarcar la fundación
de una colonia que hoy en día se sigue festejando a través de las
Nonas de Junio, en la que se realizan diferentes actividades, recreaciones
históricas y visitas teatralizadas al yacimiento, de las que hablaremos en la
siguiente publicación.
REFERENCIAS
Ortiz Córdoba, José. (2019) Las colonias romanas de
Hispania y los movimientos de población (Siglos I-II d.C). (Tesis doctoral,
Universidad de Granada). Repositorio de tesis Universidad de Granada. Pp
519-528
Amela Valverde, Luis. (2015) Sobre la colonia Victrix Iulia
Lepida. Tiempo y Sociedad, Pp 7-34
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